Los juegos se han convertido en una poderosa herramienta para la conservación ambiental, como lo demuestran las iniciativas recientes de PUBG Mobile bajo su campaña de juego para Green. A pesar del consumo de energía asociado con los dispositivos de juego, la dedicación de los jugadores ha contribuido significativamente a proteger nuestro planeta. El evento de conservación de PUBG Mobile, parte de la Iniciativa Play for Green, ha protegido con éxito un notable 750,000 pies cuadrados de tierra, gracias a la participación de 20 millones de jugadores en el evento Run for Green.
La campaña Play for Green sumergió a los jugadores en las ruinas de Erangel en dos mapas distintos, ilustrando vívidamente los impactos del cambio climático. Al mismo tiempo, la carrera para el evento verde vio a los jugadores colectivamente ejecutando una asombrosa cantidad de 4.800 millones de kilómetros. Este esfuerzo se tradujo en la conservación del mundo real al salvaguardar los ecosistemas vitales en Pakistán, Indonesia y Brasil.
Si bien los beneficios más intangibles, como fomentar discusiones sobre el cambio climático, son más difíciles de cuantificar, el compromiso de la comunidad de PUBG Mobile ha marcado sin duda una diferencia tangible. Los esfuerzos del juego fueron reconocidos con una victoria en el 2024 jugando para los Premios Planet, subrayando el impacto de la Iniciativa Green para la Iniciativa.
Es evidente que los esfuerzos de conservación de PUBG Mobile han resonado con los jugadores, no solo a través de los resultados tangibles sino también a través de la integración de elementos educativos. Si bien muchos participantes fueron atraídos por el encanto de recompensas digitales exclusivas, la campaña también sirvió como plataforma educativa, creando conciencia sobre los problemas ambientales.
Para aquellos interesados en profundizar en las iniciativas de PUBG Mobile y el panorama más amplio de los juegos móviles, asegúrese de sintonizar el último episodio del podcast de Pocket Gamer, donde discutimos estos temas en detalle.
