La adaptación de HBO de The Last of Us Part II retratará a Abby de manera diferente a su contraparte de los videojuegos. El showrunner Neil Druckmann explicó que la actriz Kaitlyn Dever no necesitaba someterse a una transformación física significativa para el papel. A diferencia del juego, donde la fuerza física de Abby es una mecánica clave de juego, el programa prioriza la narración dramática. Si bien las secuencias de acción aún aparecerán, el enfoque cambia al desarrollo del personaje y la profundidad emocional. Druckmann enfatizó que el juego requería personajes jugables distintos, la agilidad de Ellie en contraste con la fuerza bruta de Abby, una dinámica menos crucial en la narrativa del programa.
Druckmann y Craig Mazin, co-showrunner, destacaron la oportunidad de explorar un Abby más vulnerable pero enérgico. Mazin sugirió que la naturaleza formidable de Abby se explorará a través de diferentes medios, enfatizando su fuerza interior sobre el dominio puramente físico. Este enfoque sugiere un arco de varias temporadas para el personaje de Abby.
Los creadores del programa reconocen el potencial de reacciones negativas a Abby, dada la controvertida representación del personaje en el juego. La actriz Isabel Merced, quien interpreta a Dina, señaló el nivel relevante de acoso que enfrentan los involucrados en la creación del juego, incluidas las amenazas y el abuso dirigidos a la actriz Laura Bailey y al propio Druckmann. Dever recibió seguridad adicional durante la filmación, reflejando la conciencia del programa sobre el potencial de reacción en línea. Los productores tienen como objetivo presentar una representación matizada de Abby, reconociendo la complejidad del personaje más allá de los elementos potencialmente divisivos del juego. El enfoque planificado de múltiples temporada sugiere una exploración más completa y potencialmente menos conflictiva de la historia de Abby.





